Llevado a cabo por profesionales, el informe psicológico pericial se revela como una útil herramienta complementaria en la redacción de informes o documentación adicional de cara a un proceso
En ocasiones nos vemos obligados a la realización de informes psicológicos periciales para determinar una serie de datos referidos a la persona o personas analizadas, detallándose el impacto que los mismos tienen sobre ella a nivel psicológico, así como las consecuencias que se plantean en su funcionamiento cotidiano, y las recomendaciones que se barajan para reducir su incidencia negativa.
A tal efecto redactamos informes como pruebas adicionales de denuncias presentadas, como en el caso por la persona aludida en el informe que adjuntamos como ejemplo, contra un grupo de individuos que se instalaron de forma ilegal en la vivienda inmediatamente superior a aquella en la que habitan el denunciante y su cónyuge. Una serie de actividades molestas llevadas a cabo de forma continua y recurrente por parte de los individuos mencionados, han conducido a una situación límite para el denunciante, que se ha visto obligado a interponer una querella a fin de encontrar una solución que le permita recobrar su ahora mermada calidad de vida lo antes posible, así como restaurar una convivencia más pacífica y estable para el resto de la comunidad de vecinos.
Realizamos el informe mediante entrevista semiestructurada con el denunciante. Se emplea un formato semiestructurado para dotar de mayor libertad de respuesta a la persona y no coartar su narración), de forma que pueda expresar en sus propios términos aquellos datos que revistan relevancia en su estado actual y pueda describir de manera más libre sus vivencias y situación actuales.
A modo de ejemplo apuntamos a continuacíón un informe tipo, basado en un caso real, que recoge la estructura y procedimiento habitual en la preparación este tipo de procesos:
INFORME PSICOLÓGICO PERICIAL – EJEMPLO
Identificación: ————————————-. Varón de 83 años, casado, jubilado, residente en ————————————————-.
Autor: ————————-, licenciado en psicología por la Universidad de Deusto. Inscrito en el COP (Colegio Oficial de Psicólogos de Bizkaia), con el número de colegiado ———-. Informe redactado en Bilbao, a día — de —— de —-.
Temática: Informe pericial en el que se exponen una serie de datos referidos a la persona analizada, detallándose el impacto que los mismos tienen sobre ella a nivel psicológico, así como las consecuencias que plantean en su funcionamiento cotidiano, y las recomendaciones que se barajan para reducir su incidencia negativa.
Motivo del peritaje: Se redacta el presente documento como prueba adicional de la denuncia presentada por la persona aludida en el informe, contra un grupo de individuos que se han instalado de forma ilegal en la vivienda inmediatamente superior a aquella en la que habitan el denunciante y su cónyuge. Una serie de actividades molestas llevadas a cabo de forma continua y recurrente por parte de los individuos mencionados, han conducido a una situación límite para el denunciante, que se ha visto obligado a interponer una querella a fin de encontrar una solución que le permita recobrar su ahora mermada calidad de vida lo antes posible, así como restaurar una convivencia más pacífica y estable para el resto de la comunidad de vecinos.
Metodología: Entrevista diagnóstica semiestructurada, con el objetivo de establecer un diagnóstico claro y conciso de la persona entrevistada. Se emplea el formato semiestructurado para dotar de mayor libertad de respuesta a la persona y no coartar su narración, de forma que pueda expresar en sus propios términos aquellos datos que revistan relevancia en su estado actual y pueda describir de manera más libre sus vivencias y situación actuales. La entrevista fue mantenida en el domicilio de la persona analizada, el día — de ——- de —–, entre las 18:00 y las 19:30, visitando después un terreno de su propiedad en el que se ha visto obligado a pernoctar por las razones que se exponen en apartados posteriores del presente documento.
Historial previo: En lo referido a su salud mental, —— padeció una neurosis de angustia que se prolongó durante un periodo de al menos 5 años diagnosticados, alternada con ocasionales episodios de depresión mayor. La confluencia de ambos trastornos generaba la alternancia entre crisis agudas de extrema ansiedad (manifestada con frecuencia en forma de agitación descontrolada y miedos irracionales) e ideaciones de carácter depresivo, lo cual afectaba gravemente el bienestar de ——-, causándole muchos de los síntomas asociados a tal cuadro clínico, como son la aparición de ciertas fobias que la persona aquejada no manifestaba con anterioridad a la crisis en la que se presentan o ciertas obsesiones recurrentes en el transcurso de dichos episodios de ansiedad. En el plano fisiológico, la enfermedad también se muestra por medio de una sintomatología igualmente variada (palpitaciones, sudor descontrolado, a veces temblores y espasmos involuntarios y muy continuados, hiperventilación, agitación excesiva)
Respecto a la sintomatología más específica del trastorno depresivo mayor, que es considerado por el DSM como un trastorno del estado de ánimo, nos encontramos con un extremo abatimiento y tristeza por parte del individuo durante un periodo consecutivo de al menos dos semanas, sin que haya existido previamente ningún episodio de similares características ni antecedentes previos al mismo. El episodio depresivo aparece acompañado por incapacidad para experimentar placer o satisfacción en ninguna parcela de su vida cotidiana, así como sentimientos irracionales de culpa e impotencia.
Tras ser diagnosticado de su trastorno, experimentó una importante mejoría y una notable reducción de los síntomas, mediante un tratamiento farmacológico que —— ha seguido fielmente desde entonces. Aunque se perciben rasgos depresivos característicos en él, éstos no revisten una gravedad notoria, por lo que podemos decir con seguridad que se trata a día de hoy de un hombre equilibrado, socialmente adaptado, con un adecuado desempeño intelectual para las tareas cotidianas que normalmente suele llevar a cabo (como demuestra el hecho de que tiene carnet de conducir y maneja su vehículo sin el menor inconveniente), con un correcto desenvolvimiento en su hogar y fuera de él, sin alteraciones intelectuales o perceptivas, y que no consume sustancias (drogas, alcohol) que puedan provocar alteraciones de ese tipo o estados transitorios de alteración de conciencia.
Más allá del cuadro clínico expuesto, y de sus problemas de salud médicos (referentes en particular a su corazón, y a los que se aludirá en subsiguientes apartados del presente informe, por su estrecha relación con la estabilidad de su estado de salud mental), ——- carece de otras enfermedades o síntomas psicológicos.
Tratamiento: Actualmente, ——- es un hombre bien adaptado socialmente y lúcido, que ha controlado los síntomas de su enfermedad mental de manera adecuada gracias a su fidelidad al tratamiento que le fuera prescrito y a su pormenorizado cumplimiento. Es capaz de seguir dicho tratamiento sin necesitar supervisión ajena o un control exhaustivo. Además del tratamiento correspondiente a sus percances de carácter médico (entendiendo en este sentido tratamiento médicos centrados en el aspecto físico y fisiológico de su funcionamiento corporal), ———- toma habitualmente un medicamento llamado ——————————-, a fin de controlar su trastorno de ansiedad y los síntomas derivados del mismo.
El ———— es un medicamento perteneciente al grupo de los tranquilizantes de tipo ansiolíticos. Es un derivado de las benzodiacepinas, indicado para el tratamiento de la mayor parte de las manifestaciones de la ansiedad que puedan presentarse de forma cotidiana, pero que no alcanzan una intensidad tal como para ser consideradas parte de un cuadro psiquiátrico más grave. Asimismo, también es indicado para tratar síntomas de ansiedad asociados a posibles estados depresivos, por lo que se constituye en una adecuada herramienta para que ———- pueda lidiar exitosamente con el cuadro clínico que presenta. El medicamento no causa efectos secundarios en él, ni produce ninguna alteración en su conducta o percepción, y los síntomas de su cuadro han remitido considerablemente hasta casi desaparecer por completo. No obstante, precisa de continuar con el seguimiento de dicho tratamiento, para impedir un posible rebrote de tal sintomatología.
Descripción de la persona analizada: —————– es un vecino de —— que ha vivido la mayor parte de su vida en esta ciudad. En la actualidad, —————————–, ————–, ——————. Trabajó durante décadas como ———-, hasta que se jubiló en el año —–, debido a la aparición de un trastorno que, en su fase más aguda, resultó en exceso incapacitante para ejercer su profesión. Tras ser diagnosticado y exponerse su cuadro clínico, ——– recibió la prejubilación por incapacidad permanente, y abandonó el mundo laboral, dedicándose durante los primeros años a recuperar su anterior calidad de vida, bajo supervisión psiquiátrica inicialmente. Después de estabilizar su salud mental, prosiguió con el tratamiento que le fuera prescrito entonces, hasta nuestros días.
En el transcurso del tiempo que intercedió entre su retirada forzosa del mundo laboral y el momento presente, ——- cambió ocasionalmente de domicilio, hasta que, siguiendo indicaciones médicas, se le recomendó una mayor estabilidad en su ambiente cotidiano a fin de estabilizar su propio estado de salud mental y evitar, en la medida de lo posible, la reaparición o rebrote de síntomas que pudieran desencadenar una nueva crisis aguda de consecuencias perniciosas. En abril de 2017, ya totalmente estable y sin mayores problemas que pudieran afectarle en ese sentido, —————— deciden trasladarse a su actual domicilio en ————–, atraídos por la comodidad del lugar y las numerosas prestaciones que consideraron que éste les ofrecía (amplios espacios públicos, zonas ajardinadas, buenas comunicaciones y cercanía de servicios), así como una vivienda espaciosa en la que vivir de manera sosegada, si es posible durante el resto de sus vidas. Tras la adquisición de la vivienda, y su posterior condicionamiento, ———————— se instalaron definitivamente, gozando durante los primeros meses de aquello que buscaban al optar por instalarse en su nuevo domicilio. Para ellos, los problemas comenzarían al cabo de un tiempo, concretamente en torno a noviembre de ese mismo año.
Nunca habían tenido problemas de convivencia con ninguno de sus vecinos, ni del inmueble actual, ni de los anteriores en los que residieron en el pasado, siendo en este sentido las relaciones sociales del matrimonio correctas, y manteniendo de hecho amistad con antiguos vecinos suyos. Sin embargo, en el mes de noviembre, empezaron a sufrir una serie de percances (detallados a continuación) que han conducido a unas importantes alteraciones en su cotidianeidad, afectando en gran medida a su calidad de vida, y en el caso específico de ——-, a su estabilidad mental, necesaria para asegurar su correcto estado de salud, y un adecuado desempeño y funcionamiento cotidianos.
Descripción de los hechos: La convivencia vecinal de ——– con el resto de sus vecinos era positiva, hasta que, en —— de —–, el piso —— de su inmueble (justo aquel que se halla sobre el del matrimonio) fue ocupado de forma ilegal por un grupo muy numeroso de personas, en su mayoría de etnia gitana y pertenecientes a una misma familia (si bien, los restantes vecinos y el propio matrimonio también reportan la presencia de personas totalmente ajenas a tal núcleo familiar) Así, a principios de ese mes, dichas personas, aprovechando que el piso se hallaba vacío y cerrado desde hacía algún tiempo, derribaron la puerta, entraron en su interior, y se instalaron en el mismo. A partir de ése momento, la convivencia y la tranquilidad de la que gozaban todos los demás vecinos del inmueble se ha visto severamente alterada a causa de las actividades, molestas y en muchas ocasiones incluso delictivas, de los recién llegados.
En particular, para el matrimonio de ——————-, estas alteraciones han resultado sumamente perjudiciales, dada su proximidad al núcleo de los problemas que este grupo de personas ocasionan, y también por los antecedentes clínicos que presenta ——-. Después de la ocupación de la vivienda por parte de estas personas, los problemas de convivencia empezaron casi de inmediato. Así, durante las primeras noches, ————— comenzaron a escuchar un ruido de pasos excesivo de madrugada, como si muchas personas se dedicaran a correr por el piso de forma caótica y descontrolada. Con el paso de los días, estos ruidos se irían acrecentando, hasta el punto de que el ruido llegaba a ser percibido con claridad incluso por los vecinos del cuarto y quinto piso del inmueble. No obstante, los ruidos se verían acompañados de nuevas molestias todavía peores y que, como éstos, se producían a las más intempestivas horas de la noche. Los ruidos de pasos empezaron a combinarse con gritos y voceríos desmesurados, siendo aparentemente unos niños (por lo menos, seis o siete, según declaran ———————) los principales causantes de los mismos.
Junto a los ruidos nocturnos, ——- y los demás vecinos tuvieron que empezar a convivir con otras molestias, y ya no exclusivamente nocturnas, si bien sigue siendo de noche cuando los problemas aumentan de forma considerable. Algunas de estas molestias incluyen la llamada a timbres a diversas horas del día, y con frecuencia, también por las noches. Esto parece deberse a que, al carecer de llave para abrir la puerta del portal, algunos de los ocupantes ilegales de la vivienda han adoptado la costumbre de llamar a todos los timbres, hasta que algún vecino les abra, o simplemente esperan a que entre un vecino para pasar con él dentro. Pero en este segundo caso, no dejan de tocar con insistencia los timbres de otras viviendas hasta que aparece un vecino procedente de la calle que abra la puerta del portal. Estas llamadas constantes y generalmente sin respuesta constituyen otra molestia más con la que —————– deben convivir desde que aparecieron estos nuevos vecinos.
Sin embargo, no se ha limitado solo a ruidos nocturnos y a llamadas continuas. Algunas de las costumbres de este grupo de individuos y su falta de decoro o de las más elementales normas de convivencia podrían llegar a considerarse auténticos problemas de salud pública. ——— tuvo que ver cómo, hace unas semanas, uno de los niños que habitan la vivienda ocupada, defecó y orinó muy cerca de la puerta de su vivienda y de la de la vivienda colindante, habiéndose repetido esta conducta escatológica en más de una ocasión (y en más de un emplazamiento), con lo que el portal entero y las zonas comunes han empezado a acumular una considerable suciedad y un olor desagradable persistente, que de hecho puede apreciarse nada más subir por las escaleras.
——–, así como otros vecinos, también han sufrido amenazas por parte de los ocupantes de la vivienda, siendo preguntados con frecuencia e insistencia por individuos pertenecientes a este grupo cuál era la vivienda concreta en la que viven y las horas a las que están y no están en ellas: un desmesurado interés que hace sospechar a ——— que podrían estar tratando de averiguar los horarios de los vecinos para planear posibles robos o causar destrozos aprovechando su ausencia. Cabe destacar que uno de los ocupantes tiene antecedentes penales por hechos delictivos en tal sentido, pues este grupo de individuos ya estuvieron en el pasado en el barrio de Basauri, y protagonizaron numerosos incidentes similares a los aquí descritos así como varios actos delictivos.
Existe además un inusualmente elevado tránsito de personas en la vivienda ocupada, lo cual explica también las recurrentes llamadas a los timbres y los pasos que se oyen casi a todas horas y continuamente en el piso ocupado. Personas ajenas al aparente núcleo familiar que se ha instalado en la vivienda suelen visitar ésta de manera constante. Junto a este tránsito incesante, —— afirma que en los últimos meses, los pasos y carreras han venido acompañados por el arrastre de muebles o de objetos pesados por el suelo, produciendo una cantidad de ruidos estridentes aún mayores. En una ocasión, ——- habló con uno de los ocupantes al respecto, y éste la manifestó que tales ruidos se debían a que la madera del suelo del piso estaba rota (aunque no lo estaba antes de la llegada de los ocupantes, con lo que se puede inferir que los causantes de esos destrozos han sido ellos) Además, al poco de entrar los ocupantes en la vivienda anteriormente vacía, el colgador de ésta (ubicado en la ventana que da a un patio interior del inmueble) fue arrancado y desapareció. ——- también ha sido testigo del lanzamiento de colillas encendidas, ceniza y polvo a ese patio, llegando a agujerearle el toldo de su propio colgador en una ocasión (mostrado en la imagen siguiente) y provocando la consecuente acumulación de suciedad en otra zona común.
En los últimos meses, y de manera casi diaria, uno de los miembros de ese grupo de ocupantes se pone a gritar, a rezar y a cantar hacia las seis de la mañana. Asimismo, ——- sospecha que estos individuos cometen estas acciones con pleno conocimiento del agravio que le están ocasionando, pues con frecuencia, ha podido constatar que los ruidos de pasos (más bien pisotones fuertes y aparentemente intencionados) y de arrastre de objetos se concentran en aquella parte de la casa en la que él y su mujer se encuentran en ésos momentos, de tal forma que cuando se trasladan a otra habitación de su vivienda, los ruidos parecen seguirles por arriba allá donde vayan. Así, si se encuentran en esos momentos en la sala, los ruidos procedentes del piso superior se concentran justo sobre ellos; y si se mueven hacia la cocina, los ruidos se trasladan a esa zona de la casa pocos instantes después.
A todo lo anterior, hay que sumar el temor que —————— sienten ante la posibilidad de que estos individuos puedan causar un daño más importante a su vivienda, y a ellos mismos en caso de hallarse en ese momento en su interior, como fruto de su negligencia o su irresponsabilidad. Los vecinos saben que estas personas disponen de electricidad, aunque ignoran cómo o de dónde la extraen. Igualmente, han sido testigos del traslado y la manipulación de bombonas de gas en el piso ocupado.
Los problemas han sido tan notables que, en al menos tres ocasiones diferentes, los vecinos tuvieron que llamar a la Ertzaintza, que se personó en el lugar para tratar de poner un poco de orden en noches especialmente virulentas por parte de los ocupantes del piso. Aunque la presencia de la policía les apaciguaba temporalmente, una vez los agentes se marchaban, los percances que ocasionan volvían a resurgir de nuevo. Finalmente, y ante la falta de soluciones de la administradora de fincas, con la que —— dialogó personalmente sobre la gravedad de los hechos que se vivían en la comunidad pero de la que no obtuvo una respuesta clara, los vecinos iniciaron trámites legales para denunciar a los ocupantes, y al mismo tiempo, ————- por separado plantearon una querella por las consecuencias negativas que estos hechos tan desagradables y recurrentes estaban teniendo sobre su funcionamiento cotidiano (explicado en mayor detalle a continuación) y las posibles repercusiones perjudiciales que pudieran conllevar para la salud mental de ——, habida cuenta de sus antecedentes clínicos y de las prescripciones y recomendaciones que le fueron trasmitidas al respecto en su día.
Consecuencias: Como resultado de los hechos descritos, ——————– han visto su cotidianeidad severamente alterada en la práctica totalidad de las facetas de su día a día. En primer lugar, la consecuencia directa de los problemas que ocasionan los ocupantes es la imposibilidad para el matrimonio afectado de disponer de instantes de cierto sosiego, tan necesarios para el adecuado tratamiento del cuadro clínico que padece —— y que, aunque actualmente controlado, precisa de un seguimiento escrupuloso de las prescripciones y recomendaciones que le fueron aconsejadas, y entre las que se cuenta como la principal y más determinante de todas ellas, un ambiente cotidiano lo más estable posible, que favorezca asimismo una estabilidad mental que impida el resurgimiento de síntomas del trastorno que sufre. A causa del incesante ruido y las molestias de todo tipo que producen los ocupantes del piso superior, a ambos les resulta imposible disfrutar de momentos lo suficientemente prolongados de tranquilidad, con lo que viven en su propio hogar bajo un estado de tensión y nerviosismo permanente.
Este estado de continua intranquilidad se extiende a lo largo del día, pero las consecuencias para el matrimonio empeoran de manera ostensible de noche. Por culpa de las molestias, que además tienden a ser mucho mayores en las horas nocturnas, ——————— se han visto forzados al extremo de tener que abandonar su propio hogar por las noches para conseguir conciliar el sueño, o al menos, disponer de unas horas evitando la convivencia constante con unas molestias que imposibilitarían de todo punto cualquier atisbo de descanso. Así, para poder dormir, se ven obligados a trasladarse a una finca de su propiedad, y a dormir en una pequeña chabola que han conseguido habilitar como buenamente han podido, dadas las circunstancias que viven en su domicilio y su imperiosa necesidad de descansar lejos de los hechos que de otra forma se lo impiden.
Adoptar esta decisión tan radical se debió a la constatación fehaciente por parte de los dos miembros del matrimonio afectado por estos hechos, de que, como consecuencia de los mismos, resultaba totalmente imposible conciliar el sueño en su casa por las noches. Pero además, con el paso de los días, las molestias causadas por los ocupantes del piso superior fueron en aumento, hasta el grado de hacer impracticable la presencia en su hogar por las noches, a causa del ruido y las perturbaciones constantes, que impiden un adecuado descanso o, simplemente, una calidad de vida mínima.
Estos traslados forzosos a la finca, ubicada en las afueras de la ciudad, en una zona rural apartada del núcleo urbano, suponen una clara alteración en su funcionamiento diario, pues el matrimonio se ve forzado a usar su vehículo para trasladarse a dicho emplazamiento, pues éste resulta difícilmente accesible mediante servicios de transporte públicos a causa de los horarios de los mismos, y aunque podría accederse a pie, la distancia es lo bastante grande como para no dejar otra alternativa más que viajar en coche al lugar (sumado al tiempo desmedido que tardarían en llegar allí andando, el peligro inherente de recorrer las carreteras que separan la finca de la ciudad de noche, o una climatología adversa, además de la edad avanzada de ——) Pese a que el vehículo propio de ——- termina siendo la única opción del matrimonio, no está exenta de riesgos y de gastos adicionales que el matrimonio se ve obligado a costear por sus propios medios. Por un lado, aunque ——- está perfectamente capacitado para conducir su coche a pesar de su avanzada edad y del cuadro clínico antes descrito, la conducción nocturna a la que está viéndose forzado multiplica el riesgo de que pueda sufrir un accidente, riesgo que aumenta en caso de mal tiempo, y porque el viaje en coche hasta la finca suele comprender unos 10 minutos en caso de que la carretera se encuentre en buenas condiciones. Y por otro lado, ——- está también viéndose abocado a aumentar el gasto económico en lo referente al mantenimiento del vehículo y su combustible.
La zona en la que se halla la finca se encuentra fuera de la carretera, con lo que su accesibilidad empeora, y a causa de la estrechez del camino que la conecta con la carretera, ——- no puede llevar su vehículo hasta la misma entrada de la finca, con lo que a pesar de todo, debe aparcarlo a cierta distancia del lugar y continuar a pie por un tramo boscoso, a veces algo impracticable debido a su aislamiento y abrupto terreno. Además, —— considera que es preferible no aparcar su coche demasiado cerca de la finca, por temor a que alguien pudiera descubrir que el matrimonio duerme allí, y aprovechando la oscuridad nocturna y el aislamiento de la zona, sufrir un asalto.
A continuación, se muestran dos imágenes de la mencionada localización: en la primera, se muestra el camino que conecta el emplazamiento de la finca con la carretera que comunica con la ciudad; mientras en la segunda imagen, puede verse el tramo al que no se puede acceder en vehículo y que ——————- deben recorrer a pie para llegar a su finca. Recorrido el tramo, ————– llegan finalmente a su finca. Se presentan otras dos imágenes, una de la puerta exterior de la finca, por la que se accede, y otra del interior de ésta, que conduce al lugar que el matrimonio ha conseguido habilitar para dormir.
En el interior de la finca, se encuentra situada una pequeña chabola que el matrimonio logró habilitar someramente para servirles como lugar de descanso nocturno. Pese a sus esfuerzos, es evidente que la estancia no está habilitada ni destinada para el tipo de función que —————— llevan dándole desde hace ya varios meses a causa de los problemas que están sufriendo en su hogar.
Tal como puede verse en las fotografías, no es esta improvisada chabola el mejor lugar posible para dormir, pero la cantidad e intensidad de las molestias que ocurren incesantemente en su hogar han obligado a ———————- a acogerse a esta alternativa desesperada, debido a que tampoco disponen de otro sitio en el que refugiarse, y pagar una habitación de hotel durante tanto tiempo (posibilidad que también llegaron a plantearse) terminaría llevándoles a un desembolso económico insostenible en su actual situación financiera.
Las consecuencias derivadas de este nuevo modo de vida saltan a la vista, y se extienden a todos los aspectos del funcionamiento y desempeño diarios tanto de ——- como de ———-. Así, por ejemplo, en el ámbito social han visto severamente reducidas la cantidad de visitas que pueden recibir en su casa, dado que el ambiente que se percibe no es el más idóneo ni favorable para reuniones de ese tipo. Al abandonar su domicilio, aunque solo sea unas pocas horas, su intranquilidad resulta evidente, debido a la desconfianza que les genera saber que los ocupantes del piso superior podrían estar rondando por el lugar o aprovechando su ausencia para llevar a cabo algún tipo de acción perjudicial para su propiedad. Esto contribuye a dificultar aún más sus noches, ya que además de verse obligados a dormir fuera de su domicilio, les acompaña el continuo temor a que al regresar a la mañana siguiente, puedan toparse con alguna sorpresa desagradable. Este tipo de ideaciones, si se prolongan demasiado en el tiempo, pueden tornarse recurrentes y dar como resultado un trastorno de índole paranoide, que podría llegar a persistir incluso más allá de la posible resolución o final del problema que originó en primer lugar tales ideaciones. El surgimiento de este trastorno solo contribuiría a agravar el cuadro clínico latente de ——-, y podría, no solo hacer resurgir síntomas que ya había superado gracias a su tratamiento, sino empeorarlos notablemente, desembocando en un cuadro psiquiátrico agudo y grave.
Además, no se debe olvidar la influencia que el estado de salud mental de ——- puede tener sobre su estado de salud físico: un estado de intranquilidad y nerviosismo continuados como los que lleva viviendo en los últimos meses podría ser causa de alteraciones sobre sus otros problemas médicos. ——- tiene implantado un marcapasos, que precisa para mantener la frecuencia cardíaca en unos niveles adecuados, pero una situación particularmente estresante puede ocasionar una reacción psicosomática que afecte ese otro aspecto de su salud, conduciendo a un problema de mucha mayor gravedad, en casos extremos incluso podría provocar una parada cardíaca.
Al margen de las situaciones potencialmente peligrosas a las que está expuesta la salud de ——- a causa de los hechos que está sufriendo, en la entrevista mantenida con él se han podido apreciar algunos rasgos de personalidad depresivos, motivados probablemente por las circunstancias que vive en la actualidad. ——- reporta cierta desazón y tristeza por la situación en la que se encuentra a raíz de los hechos expuestos, y manifiesta impotencia por no poder cambiar dicha situación adversa. Se siente desamparado ante la impunidad con la que los ocupantes del piso superior actúan y con su comportamiento agresivo y problemático, hasta el punto de que ——————- han llegado a plantearse seriamente poner en venta su vivienda, incluso aunque ello suponga acabar vendiéndola por mucho menos de lo que a ellos les costó adquirirla y por tanto, conlleve una pérdida económica importante. Por otro lado, su abatimiento aumenta al saber que, aparte de su hogar, no tendrían otro sitio al que ir y después de haber invertido tanto dinero y tiempo en acondicionar su vivienda, consideraría un fracaso personal abandonarlo todo a estas alturas. Dados sus antecedentes de episodios depresivos mayores, estos sentimientos podrían motivar la aparición de un nuevo episodio agudo de estas características, como ya sufriera en el pasado y que fuera causa de su incapacitación años atrás.
Por último, es importante reseñar que una adecuada calidad de vida es esencial para un estado de salud mental óptimo, y en suma, para un estado de salud general adecuado, que garantice no solo el bienestar, sino también los derechos fundamentales de las personas. Un aspecto fundamental que contribuye decisivamente a alcanzar ésa calidad de vida requerida para ello, es un ambiente cotidiano positivo: ambiente del que ahora mismo carece ——-, debido a los hechos detallados antes, y que hacen peligrar su estado de salud y la, hasta la fecha, buena marcha del tratamiento de su cuadro clínico.
Conclusiones: Por todo lo expuesto con anterioridad, y en vista del deterioro en el funcionamiento y desempeño diarios tanto de ——– como de ———-, así como de las alteraciones que han causado los hechos, y de las potenciales consecuencias nocivas que éste deterioro podría ocasionar sobre su salud mental e incluso física, sería recomendable que, a la mayor brevedad posible, la situación que está viviendo actualmente ——- se solventara a fin de que pudiera recobrar una adecuada calidad de vida, que a su vez posibilite un entorno estable que le ayude a proseguir con el tratamiento de su cuadro clínico, como hasta hace algún tiempo, antes de que comenzaran a producirse los hechos relatados y que han supuesto un paréntesis determinante en la buena marcha del mismo.
NOTA: El presente informe es el resultado de una evaluación psicológica referida solo a las circunstancias concretas del contexto en que fue solicitado y sujeta a la metodología empleada; por tanto, no debe utilizarse en casos ni momentos diferentes a aquel en el que se circunscribe. Si se produjese una modificación sustancial en alguna de las circunstancias consideradas, se procedería a realizar una nueva evaluación de las personas implicadas.
En Bilbao, a — de ——– de ——
(Firma)
————————————
Nº col. ————
Perito psicólogo
Y se ha tenido presente lo que indica el Art. 335.2 de la L.E.C.: “bajo juramento o promesa de decir verdad, que ha actuado y, en su caso, actuará con la mayor objetividad posible, tomando en consideración tanto lo que pueda favorecer como lo que sea susceptible de causar perjuicio a cualquiera de las partes, y que conoce las sanciones penales en las que podría incurrir si incumpliere su deber como perito”.
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